Si tienes imaginación, te animo a crear tus propias pulseras y collares de bisutería a capricho con los mágicos abalorios de la marca Pandora. Ahora es posible ser diseñadora de tus joyas originales, seleccionar lo mejor para ti entre la cantidad de formas diferentes que te ofrece la marca Pandora es ahora muy sencillo. Con los originales diseños en bisutería y abalorios podrás hacer un millón de combinaciones con la posibilidad de quitar cuentas y añadir cuando lo desees, de forma que en cualquier momento a tu antojo puedes construir una nueva y original pulsera Pandora. Vas a sentirte única y especial llevando ante tus amigas tus exclusivas creaciones Pandora.

Energetica para Deportistas

El porqué ha ido extendiéndose como la pólvora el uso de pulseras energeticas para el equilíbrio entre reconocidos deportistas de élite, es algo que llena de asombro y curiosidad. En el mundo del deporte cuando uno busca superar sus límites llega un momento en que un pequeño paso puede dar lugar a una gran victoria, ya sea únicamente personal, consiguiendo ir más allá de las posibilidades aparentes, o colectiva, si se gana a los demás. Este reto permanente del ser humano por sobresalir se percibe tanto en los deportistas serios pero anónimos como en los famosos, dedicados a la alta competición. Su régimen de trabajo suele ser muy estricto, cuidan su alimentación y todo lo relacionado con su salud. Tienen asesores, médicos, fisioterapeutas y psicólogos a su servicio, para lograr estar al máximo de sus posibilidades físicas y psíquicas y rendir un cien por cien en los momentos clave. Y a pesar de todo eso confían en un pedacito de silicona o neopreno.

Existen en el mercado dos tipos de pulseras energéticas que sobresalen:
• Las Power Balance, que se anuncian diciendo llevar un holograma en el que se han grabado las frecuencias que son positivas para el organismo. Cuestan 35 euros en leopard.es, kangarookite.com y atemprana.com. En minimoto.es te ofrecen una pulsera reloj por 18 euros.
• Las que contienen en su interior minerales como la tourmalina, el titanio y el germanio.que emiten iones negativos. La marca Atex, se encuentra en zeebra.es y en fisiotienda.com. Tienen de cordón y de silicona y cuestan 21’95 euros. Si deseas adquirir grandes cantidades en ciudadmadrid.campusanuncios.com puedes comprar paquetes de 50, 100, 200 y 750 unidades. El precio por unidad oscila entre los 15 euros del paquete más pequeño y los 6 euros del mayor. Y la marca KiPower se vanagloria de producir las pulseras en Corea, donde sólo las utilizaban los monarcas Koguryo y altos personajes antes del año 668 después de Cristo, pues pensaban que eran objetos mágicos. En intertai.es te dicen dónde comprar.

Estas pulseras energéticas están indicadas por los fabricantes para optimizar las marcas de los deportistas, pero también comentan que son buenas para mejorar en los estudios, pues aumenta la concentración, recuperar energía, eliminar dolores reumáticos o en los trastornos metabólicos. Entre los deportistas que las usan se puede mencionar a la campeona mundial de Kiteboard Gisela Pulido, Noelia Núñez, la piragüista Maialen Chourraut o la snowboarder Sara Berdayes. Las explicaciones que suelen dar los profesionales que están a su lado es que en la alta competición, donde termina lo científico y el trabajo físico intenso, aparece la búsqueda de las ayudas “mágicas”. Esto se ve claro en las pequeñas o grandes manías de las grandes figuras del fútbol, el atletismo, el ciclismo y otros, para tener suerte: llevar una camiseta determinada, una medalla, los calcetines del revés y mil historias más.

Al final lo que prima realmente es cómo se siente la persona que utiliza estas pulseras, independientemente de si sus beneficios son reales o no, ya que en ocasiones el efecto placebo puede conseguir maravillas. Al disminuir la presión psicológica en los momentos de tensión los deportistas realmente pueden centrarse y funcionar a un nivel significativamente más alto. Si tú también haces deporte y te interesan estas pulseras mira en Internet. Hay muchos modelos y el precio no es excesivo.