El Holograma es la clave

Si hacemos caso al fabricante, el holograma es la clave. Los aclamados beneficios que se achacan a las pulseras Power Balance se atribuyen al descubrimiento de un sistema por el cual un holograma es capaz de almacenar frecuencias cuya procedencia son sustancias naturales. Estas frecuencias sintonizan con el biocampo del cuerpo y su energía interna o Chi, logrando de esta manera equilibrar o restaurar nuestro equilibrio electromagnético, protegiéndonos de las influencias hostiles del entorno. Como se puede comprobar son muchos los conceptos más o menos científicos empleados y muchas personas se preguntan hasta que punto este es un tema de ciencia o de fe, o dicho de otra manera, hasta que punto todo esto es verdad o tan sólo una inmensa campaña de marketing. Tal y como se señala en la propia página de Power Balance, powerbanaceshop.es, en la entrevista realizada a Harry Radcliff, representante de Power Balance del Sur de Asia Este en la revista Surf Magazine, la pregunta es: ¿Cree usted en los hologramas?

Comenzando por esta cuestión nos encontramos con que en otra de sus Webs (power-balance.com.mx) se indica que se trata de “una tecnología pendiente de la patente de frecuencias sutiles y de bio-datos programados en medios holográficos”. Y sin duda debe de ser así porque por lo que sabemos las holografías son y sirven para otras cosas. La holografía se define como una técnica de fotografía basada en el empleo de la luz producida por un rayo láser que se utiliza para la producción de imágenes tridimensionales. El holograma no seria más que la imagen óptica obtenida por dicha técnica. Una de las ventajas de los hologramas es que su imagen es imposible de duplicar mediante cualquier sistema fotográfico o escáner. Evidentemente es una tecnología de gran actualidad y un impresionante futuro, tanto en la industria del cine con las películas 3D, como en general en todo el mundo audiovisual e incluso en el sector de seguridad: billetes, tarjetas de crédito, etc., ya que una vez adherida a una superficie no es posible volver a retirarla sin que sea dañada.

Los hologramas necesitan de una película fotosensible para ser grabados. En el caso de los hologramas que emplea Power Balance, el fabricante indica que están grabados en MYLAR, que no es más que la marca comercial que se da en USA y Gran Bretaña al polietileno tereftalato o PET, que pertenece a la familia de los materiales sintéticos llamados poliésteres. Como se puede deducir de lo anterior no aparece por ninguna parte la supuesta capacidad de ese holograma de almacenar otra cosa que no sea la imagen con la que se graban. Y mucho menos una frecuencia. Power Balance centra la efectividad de su pulsera en la frecuencia contenida en su holograma. Se trataría de una frecuencia producto de materiales naturales y positivos para el cuerpo humano, que reaccionaría con la energía interior o Chi de cada persona y la pondría en la vía del equilibrio. Esta sería la razón de sus efectos sobre la fuerza, flexibilidad y equilibrio, y en general sobre cualquier otro aspecto que pudiera estar descompensado y afectara al bienestar, como por ejemplo los ciclos del sueño.

Sin embargo, si analizamos con un poco de profundidad el concepto de frecuencia veremos que la explicación que ofrece Power Balance no se sostiene científicamente. En principio una frecuencia no es más que la repetición de un fenómeno o suceso. Su unidad de medida es el hertzio (Hz), que es la cantidad de veces que se repite ese fenómeno en un segundo. Power Balance afirma que todo a nuestro alrededor está lleno de frecuencias y que algunas de ellas nos producen efectos negativos en forma de estrés, cansancio, alteraciones del sueño, etc. Por el contrario sus hologramas estarían “cargados” de frecuencias positivas, aquellas derivadas de materiales y sustancias que son capaces de equilibrar el biocampo del cuerpo humano. Pero ¿Cómo se cargan esas frecuencias? ¿Cómo se transmiten al cuerpo humano? ¿Qué es el biocampo? Posiblemente falte aún mucha investigación sobre estos fenómenos y posiblemente los propios diseñadores y fabricantes de Power Balance ya conocen que la justificación científica no es su punto fuerte. Por eso su estrategia siempre es que la pruebes, verifiques por ti mismo su poder mediante los test de equilibrio de los que disponen y si notas la diferencia, la compres. Y sinceramente, no parece que les vaya nada mal.

Pero no todas las pulseras holográficas son Power Balance. También se está extendiendo la venta de las EFX. Su página Web es efx-spain.com y en ella encontrarás la información básica y su gama de pulseras de silicona sport por 42,40 euros. Su justificación tecnológica es prácticamente la misma, insistiendo en que se trata de un holograma que emite ondas que se pueden sentir al momento. Para explicar su funcionamiento, los fabricantes ponen el ejemplo del diapasón, que al interactuar con el campo de fuerza de nuestro cuerpo consigue un nivel de frecuencia menor y por lo tanto una mejoría del flujo de energía. Asimilan esta técnica a la acupuntura o masajes terapéuticos, capaces de lograr resultados estimulando las zonas donde están situados los chakras. Su lema es “No hacemos promesas, aseguramos resultados”.