Recomendadas en Fisioterapia

Se obstinan los detractores de las pulseras magnéticas en que son una estafa, la magnetoterapia es recomendada en fisioterapia, y los imanes se aplican desde hace años con buenos resultados. Para beneficiarte de esta terapia sólo has de colocar el brazo, la pierna o la parte afectada en el interior de un solenoide, una estructura cilíndrica y metálica que produce un campo electromagnético en su interior y que es como gran brazalete. O puedes optar por lo más sencillo y económico, visitar las páginas NoaMagnetic.com o LajoyeriaMagnetica.com, donde puedes comprar por menos de 50 € una pulsera magnética con pequeños imanes estáticos que ceñida a tu muñeca te acompañara fielmente donde vayas. Para estos complementos la potencia del campo magnético es de un máximo de 3.000 gauss de fuerza por lo que no tienen efectos secundarios y para ser efectivos requieren aplicaciones de larga duración.

Su magnetismo de baja intensidad es la razón por la que se aconseja llevar todo el día la alhaja elegida, bien sea de cobre, de tungsteno con piedras de silicio, o de titanio hipoalergénico con magnetos de cobalto y samarium. Las pulseras magnéticas son inocuas y parecen tener efectos positivos en el bienestar. Y sin embargo una vez más las personas defensoras de las viejas ideas tratan de negarse a lo que ellos consideran fantasías sin sentido que algunos charlatanes propagan, y sin pensarlo dos veces gritarán: ¡una pulsera magnética de acero de 50 euros no puede curar tus males! Y no dejan de tener razón. Noa Magnetic, al igual que otras marcas, considera que el actual desarrollo de la magnetoterapia no permite bajo el criterio médico usar las pulseras con fines terapéuticos, y no puede servir como sustituto de ningún medicamento, ni ninguna instrucción de tu médico. En la actualidad su uso es complementario o preventivo, pero ¿quién hubiera creído hace tres siglos, que el pesado hierro y otros metales serían la materia prima principal empleada para construir el casco de gigantescos barcos transatlánticos capaces de navegar sin oxidarse ni hundirse y la estructura de aviones capaces de surcar los cielos y sobrevolar las cadenas montañosas con suma facilidad? Únicamente un visionario.

Los métodos físicos además de emplearse en las ecografías y las resonancias magnéticas como herramientas precisas para un diagnóstico médico fiable, también pueden aplicarse para paliar ciertas afecciones y para mejorar el estado general de ánimo y la vitalidad de la persona que ya está sana. Desde hace años la laserterapia, la presoterapia neumática y los ultrasonidos han sido acogidos por parte de los fisioterapeutas y complementan a las tradicionales técnicas manuales. En concreto la magnetoterapia se considera menos efectiva que la electroterapia, pero con ventajas muy interesantes que la mantienen como una alternativa importante.

1. Sus efectos son más profundos que los de la electroterapia, porque las variaciones del campo magnético son capaces de atravesar la dermis y los tejidos superficiales, para actuar sobre los huesos y los órganos internos.

2. Actúa de forma holística, aunque incidiendo más en las zonas donde el campo magnético es más intenso.

3. La duración de la electroterapia es breve y controlada, mientras que el uso de campos magnéticos inducidos pulsados puede y debe extenderse bastante tiempo. En pequeñas intensidades sus efectos son más ligeros y requieren una continuidad, tal como sucede con las pulseras con imanes de 2.000 o 3.000 G.

La aplicación de campos pulsados en camillas y equipos profesionales de gran calibre está disponible para el ciudadano a través de páginas como quirumed.com o efisioterapia.net que comercializan material médico de calidad media a bajo coste. Son éstas las herramientas que los fisioterapeutas y los centros especializados usan para inducir los campos magnéticos con las corrientes eléctricas de los solenoides, de acuerdo a los fundamentos que Michael Faraday asentó hace tan sólo dos siglos. Además de estos aparatos especializados también es posible emplear de forma personal objetos biomagnetizados como cintas, brazaletes o discos metálicos. Los más habituales son las pulseras magnéticas comercializadas por marcas como Noa Magnetic y recomendadas en fisioterapia, sus precios varían entre los 25 € de las de cobre a los 110 €. El máximo valor económico corresponde a las novedosas pulseras magnéticas de tungsteno carbono, que están formadas por uno de los materiales más resistentes frente a la abrasión, por lo que son pulidas con polvo de diamante y para personalizarlas al grabar un nombre o palabra en su superficie requieren de tecnología láser.