Aparatos Magnetoterapia para bajar de peso

La magnetoterapia emplea sofisticados aparatos para cuidar la salud que usan la corriente eléctrica ordinaria. Para bajar de peso hay muchas personas interesadas en encontrar un método sencillo que les permita lucir mejor, gente que se pregunta si pueden emplearse los solenoides o las pulseras magnéticas para adelgazar. No podemos obviar que algunas personas positivas y espontáneas tras comprar las pulseras magnéticas han cambiado su modo de vivir y han disminuido su índice de masa corporal, además de conseguir su objetivo principal de menguar ciertos síntomas como las cervicalgias, las cefaleas o el insomnio. Pero, si somos serios, rigurosos y críticos no queda más remedio que admitir que no tiene sentido afirmar que la magnetoterapia es un método para perder peso o adelgazar.

Es así, existen varias posibilidades de beneficiarse del magnetismo, como la sencilla costumbre de orientar la cabecera de la cama hacia el norte par dormir de forma más profunda y reparadora. Pero no existen estudios sobre la influencia del campo magnético en la disminución o aumento de peso que sean dignos de confianza, como tampoco hay estudios con “doble ciego” para la remisión de dos síntomas ampliamente atestiguados, la mejoría del dolor en la espalda y en las articulaciones. También hay algunos minerales ricos en hierro como la magnetita que actúan como imanes naturales, y pueden incorporarse de forma sencilla en el vestuario a través de pulseras elaboradas con materiales conductores. Estos brazaletes no suponen más de 20 o 25 euros de inversión para los modelos más sencillos, y precios algo mayores para los que pueden considerarse joyas por estar recubiertos de oro de 18 kilates o incorporar gemas incrustadas.

Cómo influye el campo magnético que produce un solenoide o una pulsera magnética no se sabe a ciencia cierta, pero hay diversas teorías que tratan de explicar estos fenómenos. Hay razonamientos que se basan en la admisión de ciertos conceptos orientales como los meridianos de la medicina tradicional china o los chakras, o bien postulan la influencia del magnetismo sobre el sistema nervioso. Entre las afirmaciones basadas en conceptos más actuales cabe resaltar la denuncia de Kawai y Ritake, dos científicos japoneses que advirtieron una disminución progresiva del campo magnético de la Tierra, y también destacan los experimentos de los rusos sobre el desarrollo de ciertas enfermedades en ratones en ausencia de magnetismo.

Como organismos vivimos inmersos en el inmenso campo magnético de la Tierra, ya que el interior del planeta es de hierro, níquel y otros metales pesados fundidos a temperaturas altísimas. Igual que la gravedad tiene efectos sobre el correcto desarrollo de los tejidos óseos, incrementando su densidad, también la fuerza de los imanes influye sobre el estado de salud del organismo. El llamado “Síndrome de deficiencia del campo magnético”, es el término acuñado por el Dr. Nakawaka para describir una serie de sintomatología que según él se deben a una disminución o alteración del campo magnético que nos envuelve. Los descubrimientos de Kawai y Ritake, y el aumento indiscriminado de todo tipo de irradiaciones magnéticas y eléctricas en el entrono de las ciudades, fueron en 1958 dos de los puntos teóricos en que este estudioso basó sus exposiciones.

Sin conocer las teorías de Nakawaka los beneficiosos efectos los sienten y los comprueban diariamente pacientes que acuden a clínicas de fisioterapia, ellos perciben como con la sesión de magnetoterapia mengua sus dolores de espalda, los procesos inflamatorios y otras dolencias como las neuralgias. Estas afecciones están englobadas en el “Síndrome de deficiencia del campo magnético”, sin embargo hasta el momento nadie ha demostrado de forma intachable cómo el campo magnético generado por una corriente eléctrica sana a las personas, siendo la principal dificultad que los efectos son difusos y actúan de forma global sobre la totalidad de los tejidos y órganos que se encuentran dentro del área de influencia.

En cualquier caso las pulseras magnéticas tienen una potencia reducida y son útiles sólo para casos subclínicos, nunca como una cura de enfermedades. En otras palabras, si hablamos de bajar de peso los aparatos de magnetoterapia pueden ayudar ocasionalmente a personas con un ligero sobrepeso e índices de masa corporal entre 25 y 30, cuando este desarreglo es causado por una alteración del campo magnético y no por una ingesta exagerada de alimentos. Y es de escaso valor para aquellos verdaderamente obesos, que deben ponerse irremediablemente bajo tratamiento médico. Según Nakawaka, la aplicación de imanes es efectiva para erradicar la rigidez de hombros, de la zona dorsal y la musculatura cervical, también en la sensación dolor en la parte baja de la espalda, y varias manifestaciones de desequilibrio del sistema nervioso, desde falta de atención, pasando por las migrañas o el insomnio, hasta incluir alteraciones sobre el sistema digestivo como estreñimiento crónico debido a la reacción de estrés.

Para concluir podemos afirmar que si las teorías del Dr, Nakawaka son ciertas se podría producir una regulación del peso corporal en aquellas personas que sufren de una desarmonía hormonal subclínica debida al “Síndrome de deficiencia magnética”. En el caso en que las glándulas endocrinas, y en concreto la tiroides, exista una falta de segregación de hormona tiroidea puede verse alterado el metabolismo celular a un ritmo más pausado. Estas personas tienen un catabolismo lento, la sensación de que necesitan más energía para el día a día y la arraigada creencia que aunque apenas comen continúan engordando. Con la aplicación de la magnetoterapia se conseguiría de forma indirecta un aumento de la actividad tiroidea, el incremento de la actividad catabólica, una mayor motivación para hacer cosas e irremediablemente un mayor consumo de calorías por las células de todo el cuerpo.